1. SAL
Haga lo que haga, no tenga miedo de usar sal. La sal se utiliza para realzar el sabor de un plato. Las recetas nunca indican explícitamente todas las veces que se debe sazonar el plato mientras se cocina, así que este es nuestro consejo: sazona sobre la marcha. Añade una pequeña pizca de sal cada vez que se añada un nuevo ingrediente al plato, para que los sabores tengan tiempo de acumularse.
Cuanto antes empiece a sazonar, más profundos y concentrados serán los sabores en el producto final. Cuando cocine carnes, asegúrese de salarlas y ablandarlas con un tenedor la noche anterior. Y en el caso de la pasta, sala el agua generosamente, porque es el único momento en el que la pasta podrá realmente absorber cualquier sabor.
2. CALOR / ACEITE
El calor es una parte fundamental de la cocina, y para obtener los mejores resultados, asegúrate de que el aceite esté caliente cuando añadas los ingredientes para saltear, rehogar o freír. Si no lo haces, los alimentos se quedarán en el aceite en lugar de cocinarse en él.
Cuando añadas el aceite a la sartén, inclina la sartén hacia delante y hacia atrás. Puedes saber que el aceite está caliente cuando veas estrías en él (como las patas de una copa de vino) y brille. Para cocinar a alta temperatura, es mejor utilizar aceites con un punto de humo alto, como el de aguacate, coco o semillas de uva.
3. LÍQUIDO
A veces, cuando estás cocinando, tu sartén puede secarse. No pasa nada. Añadir unas gotas de agua, caldo o vino añadirá sabor y evitará que se queme. Recuerda que debes usar tu mejor criterio y vigilar lo que estás cocinando. Si parece que la comida o la sartén van a empezar a quemarse, añade un poco de líquido. Raspa todos los trozos marrones que se hayan formado en la sartén (eso es algo bueno), ¡y añadirás sabor a tu plato!
4. GUSTO
Nunca experimentarás un plato insípido si aprendes a confiar en tu gusto. Si algo sabe insípido, añade algo de sal o especias. Si está demasiado ácido, añade algún edulcorante, como azúcar o miel. Si necesita un poco de sabor, añade un poco de ácido o algo picante, como salsa picante o una pizca de cayena.
Recuerda que las recetas son sólo una guía; tú eres el chef y tú determinas el sabor del producto final.
3. LÍQUIDO
A veces, cuando estás cocinando, tu sartén puede secarse. No pasa nada. Añadir unas gotas de agua, caldo o vino añadirá sabor y evitará que se queme. Recuerda que debes usar tu mejor criterio y vigilar lo que estás cocinando. Si parece que la comida o la sartén van a empezar a quemarse, añade un poco de líquido. Raspa todos los trozos marrones que se hayan formado en la sartén (eso es algo bueno), ¡y añadirás sabor a tu plato!
4. GUSTO
Nunca experimentarás un plato insípido si aprendes a confiar en tu gusto. Si algo sabe insípido, añade algo de sal o especias. Si está demasiado ácido, añade algún edulcorante, como azúcar o miel. Si necesita un poco de sabor, añade un poco de ácido o algo picante, como salsa picante o una pizca de cayena.
Recuerda que las recetas son sólo una guía; tú eres el chef y tú determinas el sabor del producto final.